El próximo viernes es el 1 de noviembre, en el
calendario católico el Día de Todos los Santos, que lleva aparejado diferentes fiestas populares que,
con el paso de los años, se han ido afianzando o bien, necesitan la ayuda
necesaria, convertida en participación, para que definitivamente no
se pierdan.
EL 'HALLO-RIOJA'
De hecho la víspera de Todos los Santos -en el mundo anglosajón el conocido
ya como 'Halloween' que es la palabra resultante de la contracción 'All
Hallows Eve', que traducida quiere decir lo mismo que en español es
decir, 'víspera de Todos los Santos', aunque nosotros la podemos
interpretar libremente como la Noche de los Difuntos. No obstante, y a
pesar del peso que esta jornada -la del 31 de octubre- tiene en el mundo
anglosajón, no debemos olvidar que su origen es celta -como fiesta del
final del verano- y que con las variaciones propias de los diferentes pueblos
que recuerdan esta jornada y el paso de los años, ha conseguido llegar,
con muy buena salud, hasta nuestros días.
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Huesitos de santos. |
POSTRES PARA TODOS LOS SANTOS
Pero además son jornadas para degustar
los 'huesitos de santo', unos postres elaborados con la pasta del mazapán -cuyo
principal ingrediente es la almendra, recién recogida- lo que le da un color
blanco. Elaborados de forma alargada y cilíndrica que les da un
cercano aspecto a un hueso con su tuétano, suelen ir rellenos de dulce de yema.
No obstante la modernidad y las nuevas generaciones han llevado a los
pasteleros a crear huesitos de santo con sabores a chocolate, fresa, café...
con relleno de este mismo tipo de sabores, como los que elaboran en la cadena
'Pan caliente', que tiene tres establecimientos en Logroño y que nos han
aportado la imagen que acompaña a este comentario.
La elaboración de estos dulces se
remonta a comienzos del siglo XVII, aunque el empleo de mazapán es de la época
andalusí y su nacimiento se ha fijado en Madrid, en concreto en el 'Arte de la
cocina' de Francisco Martínez Montiño.
Junto a ellos, podemos ver en los escaparates, al
típico buñuelo,
que es una masa de harina, que se consigue al mezclarse con agua, leche, huevo
y levadura, y que se fríe en abundante aceite. Puede, o no, llevar un
relleno en el que se echa toda la imaginación y por ello abarca tanto lo dulce
como lo salado, la carne, la fruta o el pescado. Esta demostración de la cocina
pastelera proviene del tiempo de los moriscos.
Y UN LIBRO
Una cita ineludible en la jornada del 1 de noviembre es la visita al cementerio para recordar a los familiares o amigos que ya no están. Un lugar en el que prácticamente nos dirigimos a un punto exacto del mismo, que es donde descansan nuestros antepasados, pero que obviamos todo lo hay alrededor. Por ello, y en el caso de Logroño, recomendamos el libro 'El cementerio municipal de Logroño' escrito por Esther de Corta Blanco y Myriam Ferreira Fernández, editado por el IER en colaboración con el Ayuntamiento de Logroño.
Un volumen en cuya contraportada nos dicen las autoras de este completo repaso a todo lo que es, significa y se puede ver en el cementerio de Logroño, que "desde que en 1832 se construyó el actual cementerio de Logroño gracias a la iniciativa del presbítero Cayetano de Sierra, su crecimiento ha sido continuo, ampliándose y renovándose progresivamente como fiel reflejo de las actividades, tendencias y cambios que afectaban a la ciudad de los vivos. Por sus calles se entremezclan tumbas y panteones decimonónicos con enterramientos modernos, esbeltos cipreses, ángeles melancólicos, calaveras y relojes alados, recuerdos de personajes ilustres, esculturas de gran valor artístico y fragmentos de la historia dela ciudad".
Un libro totalmente recomendable para aquellos que seguimos viviendo pero que, de vez en cuando, nos detenemos a pensar en la muerte.
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