jueves, 10 de enero de 2013

El paso de la hoja ante san Felices en Haro

Tal y como informamos en nuestra última entrada en este blog, el acto denominado como la romería del 'Paso de la Hoja' que tradicional se celebra el primer domingo del año, había sido retrasado durante una semana para no hacerlo coincidir con el día de Reyes, pues en la anterior ocasión en que el calendario les ofreció esta coincidencia, la afluencia de romeros disminuyó ostensiblemente con referencia a cualquier otro año. Por lo tanto y en el segundo domingo del año, el día 13, se celebrará una tradición que se inició en 1970 y que es protagonizada por la Cofradía de San Felices -que tiene como priora actual a Isabel Franco- fundada en 1655.
 
LA ROMERIA A LOS RISCOS DE BILIBIO
 
Esta romería que parte de Haro y finaliza en los Riscos de Bilibio para visitar en su ermita al patrón de Haro, san Felices, consistirá en una concentración, misa y seguidamente el almuerzo en las campas, siendo además la primera de las tres citas que los jarreros tienen con su patrón, siendo las otras dos el día de san Pedro y el primer domingo de septiembre.
 
La tradición, surgida de manera espontánea, aunque luego formalizada, consiste en acercarse a la figura del patrón -quien lleva en su manos un libro- y al tiempo de ayudarle a que pase la hoja del 'supuesto calendario' pedirle que traiga la suerte en el nuevo año.
 
La salida desde la plaza de plaza de la Paz se producirá a las 9.00 horas, siendo las 10.00 la hora marcada para la misa, a la que seguirá el almuerzo campestre. 
 
EL MAESTRO DE SAN MILLÁN
 
San Félix o Felices, el anacoreta, vivió entre los siglos IV y V, fijando su nacimiento en el año 450 y una vida que se extendió en torno a los 100 años. Desde muy joven decide dedicar su vida a Dios y retirarse a orar en el paraje hoy conocido como los Riscos de Bilibio.
 
Conocido como un 'hombre santo' entre los habitantes de la zona, es a mitad de su vida cuando Millán, un joven pastor de Berceo que había oído hablar de Felices, decide ir a su búsqueda para que le instruya e introduzca en la búsqueda de Dios por medio de la oración y la meditación. El tiempo hará que el joven pastor llegue a convertirse en san Millán de la Cogolla.

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