La tradición de los zancos de Anguiano

Danzadores.           M.T.

Seguimos celebrando con las diferentes localidades riojanas a la Magdalena, y de esta forma volveremos a acercarnos a Anguiano, sin olvidar que a su modo, también lo hacen, en Azofra, Baños de Rioja, Ojacastro y Viniegra de Arriba.

 

En Anguiano para este miércoles, 23 de julio, tienen programado para la mañana, el pasacalles de danzadores y gaiteros del pueblo (11.30 h), la misa mayor (13.00 h) y nueva bajada de los danzadores por la cuesta que lleva su nombre, para cerrar con los 'troqueaos' en la plaza Mayor. Por la tarde, nueva bajada delos danzadores (20.00 h) y para cerrar la jornada marco espectáculos musicales en sesiones de tarde y noche, y a partir de las 01.30 h, concurso de disfraces. 

 

LA TRADICIÓN DE LOS ZANCOS

Los danzadores de Anguiano es una tradición que se remonta en el tiempo, de hecho se tiene certificación en documento desde el año 1603. Desde entonces, mucho se ha debatido sobre su inicio aunque, en general, se admite que tienen un origen precristiano, posiblemente celta con el que se aba las gracias al sol por la buena cosecha.

Además los zancos tenían en aquel tiempo una utilidad práctica al poder atravesar las zonas pantanosas sin mojarse para poder vigilar los rebaños.

Lo único que se ha venido modificando de esta danza -que no se ensaya- a lo largo de los años es la largura de los zancos que se han ido aumentando hasta llegar a los 50 centímetros actuales. Además se siguen manteniendo los 'troqueaos', un baile con palos de boj que se celebra en la plaza tras la bajada de los danzadores por la cuesta que lleva ya su nombre.

Si desea vivir de lleno esta tradición,a demás de ver la bajada en forma giratoria de los 40 metros de la cuesta de los Danzadores que tiene u 20% de desnivel y un suelo 'peligroso' empedrado, al ritmo de la música de dos dulzainas y un tamboril, se debe acudir a los alrededores de la iglesia donde los ocho danzadores son ayudados a ponerse la vestimenta con la que ejecutan esta danza y los zancos que son atados a la rodilla protegida por una almohadilla.