Nos quedamos con la bajada de los danzadores en Anguiano

Danzadores.           M. T.

Toca quedarnos en Anguiano donde continúan sus fiestas en honor de la Magdalena y de paso recordar lo que son y significan para esta localidad una tradición como es la de los zancos.

Para el lunes, 22 de julio, tienen programado el pasacalles con danzadores y gaiteros del pueblo (10.00 h), con procesión y misa, seguida de la bajada de la cuesta por los danzadores seguido de los 'troqueaos' en la plaza Mayor (desde las 12.00 h). Por la tarde, partidos de pelota (17.45 h), nueva bajada de la cuesta por los danzadores (20.00 h), verbena en doble sesión (20.30 y 22.30 h).

Para el martes, 23 de julio, pasacalles (11.30 h), misa mayor seguida de la bajada de la cuesta por los danzadores (13.00 h). Por la tarde nueva bajada de los danzadores (20.00 h), macro espectáculo (20.30 h) y concurso de disfraces (21.00 h).

La fiesta seguirá hasta el jueves, 25 de julio, como bien saben, festividad de Santiago y día grande en muchas localidades de esta Comunidad.

LA TRADICIÓN DE LOS ZANCOS

Los danzadores de Anguiano es una tradición que se remonta en el tiempo, de hecho se tiene certificación en documento desde el año 1603. Desde entonces, mucho se ha debatido sobre su inicio aunque, en general, se admite que tienen un origen precristiano, posiblemente celta con el que se aba las gracias al sol por la buena cosecha.

Además los zancos tenían en aquel tiempo una utilidad práctica al poder atravesar las zonas pantanosas sin mojarse para poder vigilar los rebaños.

Lo único que se ha venido modificando de esta danza -que no se ensaya- a lo largo de los años es la largura de los zancos que se han ido aumentando hasta llegar a los 50 centímetros actuales. Además se siguen manteniendo los 'troqueaos', un baile con palos de boj que se celebra en la plaza tras la bajada de los danzadores por la cuesta que lleva ya su nombre.

Si desea vivir de lleno esta tradición,a demás de ver la bajada en forma giratoria de los 40 metros de la cuesta de los Danzadores que tiene u 20% de desnivel y un suelo 'peligroso' empedrado, al ritmo de la música de dos dulzainas y un tamboril, se debe acudir a los alrededores de la iglesia donde los ocho danzadores son ayudados a ponerse la vestimenta con la que ejecutan esta danza y los zancos que son atados a la rodilla protegida por una almohadilla.